A veces, cuando se necesita hacer una compra importante, cortar un cheque personal no es suficiente. Hay ciertas situaciones en las que usted y la otra persona o empresa implicada en su transacción pueden necesitar un nivel extra de seguridad a la hora de recibir el pago.
Es entonces cuando puede necesitar un cheque certificado para realizar un pago o un préstamos con cheques.
Los cheques certificados pueden ayudar a reducir el riesgo y proporcionar una mayor comodidad para ambas partes de una transacción. También pueden ser una buena opción para realizar pagos en determinadas situaciones especiales en las que el efectivo o un cheque normal no son lo suficientemente seguros.
Cheques certificados: Qué son y cómo funcionan
Un cheque certificado, en cierto modo, es similar a un cheque personal típico que sale de una chequera diaria, pero con una gran diferencia: Un cheque certificado está garantizado por el banco del emisor del cheque. Con un cheque certificado, el banco verifica que la cuenta corriente del librador tiene suficiente dinero para cubrir el importe del cheque.
Un cheque certificado proporciona un nivel adicional de seguridad de que el cheque es válido y de que no será devuelto porque ayuda a garantizar la disponibilidad de fondos para la transacción. Además, indica a ambas partes de la transacción -comprador y vendedor- que obtendrán lo que desean del trato.
Los préstamos con cheques certificados no suelen solicitarse ni ser necesarios para las compras cotidianas. Suelen ser necesarios para transacciones de mayor envergadura, como por ejemplo:
- Comprar un coche a un vendedor particular
- Hacer un pago inicial de una casa
- Comprar un barco o un vehículo de recreo
- Comprar un terreno
- Comprar mercancía de segunda mano a alguien que ha conocido a través de un mercado online
Cualquier transacción de gran envergadura en la que el comprador y el vendedor no se conozcan bien y no tengan fácil acceso a los pagos en línea o a otras opciones de pago bancario, como la ACH o la transferencia bancaria, puede ser una buena opción para un cheque certificado.
El uso de un cheque certificado ofrece tanto al comprador como al vendedor un nivel adicional de seguridad y tranquilidad: El comprador obtiene la comodidad de pagar con un cheque, pero también muestra su buena fe de que realmente tiene el dinero en el banco como prometió, y el vendedor obtiene la garantía de que recibirá el pago.
Un cheque certificado funciona básicamente igual que un cheque personal típico, pero, después de que la parte emita el cheque, el banco certificará y sellará el cheque para demostrar que es válido y que hay fondos suficientes en la cuenta.
El banco puede cobrar una pequeña comisión por el cheque certificado, dependiendo de su banco y de los detalles de su contrato de cuenta.
No todos los bancos ofrecen cheques certificados, así que póngase primero en contacto con su sucursal bancaria para ver si pueden ofrecer este servicio, o averigüe si tienen otras opciones, como un cheque de caja, que podrían ser una solución igualmente buena.
Algunos bancos y cooperativas de crédito pueden utilizar los términos «cheque certificado», «cheque de caja» y «cheque oficial» indistintamente, aunque no son lo mismo. Tanto un cheque certificado como un cheque de caja son formas de cheques oficiales, pero las partes que firman el cheque son diferentes, como se explica a continuación.
Puede pedir un «cheque certificado» y acabar recibiendo un cheque de caja. Asegúrese de entender la terminología y de conocer sus opciones, para poder proporcionar la forma de pago que su comprador desea recibir, como por ejemplo los préstamos con cheques.